El Hubble observa una posible colisión en el cinturón de asteroides

El telescopio espacial Hubble arroja algo de luz sobre un extraño objeto observado por primera vez a comienzos de este año. En ese momento, se pensó que podía tratarse de un cometa lejano, pero el poder de resolución de la nueva Cámara de Gran Angular 3 (WFC3) que se instaló en el telescopio durante la…

Por Federico Aikawa

El Hubble observa un posible impacto en el cinturón de asteroides

El telescopio espacial Hubble arroja algo de luz sobre un extraño objeto observado por primera vez a comienzos de este año. En ese momento, se pensó que podía tratarse de un cometa lejano, pero el poder de resolución de la nueva Cámara de Gran Angular 3 (WFC3) que se instaló en el telescopio durante la última misión de mantenimiento, ha podido observar el extraño objeto catalogado como P/2010 A2, que se encuentra en el cinturón de asteroides de nuestro sistema solar, con un nuvel de detalles sin precedentes. Estas nuevas observaciones descartan que se trate de un cometa. Las últimas especulaciones basadas en los datos obtenidos de las observaciones del Hubble se inclinan por la teoría de que se trata de una colisitón de dos asteroides. La cola no es gaseosa, como suele serlo en la mayoría de los cometas que se aproximan al Sol, sino que se trata de una estela compuesta en su mayoría por polvo y material rocoso desprendido como producto de la gran velocidad del impacto. El núcleo se halla desplazado con respecto de la cola y el material que la compone está siendo empujado y dispersado por el viento solar de nuestra estrella. La extraña forma que se asemeja a una gran X también está compuesta por estructuras filamentarias cercanas al núcleo remanente que se formaron como resultado de la poderosa colisión. Según los últimos estudios y teorías, lo que el Hubble ha observado es el producto de la colisión de dos asteroides desconocidos pertenecientes a la familia Flora del cinturón de asteroides

No está de más recordar que el cinturón de asteroides está situado en una órbita entre las de los planetas Marte y Júpiter, a unos 160 millones de kilómetros de la tierra. Esto nos da una idea del poder visual de la nueva cámara WFC3, que ha podido observar con gran detalle un objeto de tan sólo 150 metros de diámetro a tan tremenda distancia.

Créditos de la imagen: NASA, ESA, and D. Jewitt (Universidad de California, Los Angeles)

(vía NASA y Microsiervos)

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