Todos los medios comenzaron a hablar sobre el impuestazo tecnológico que aprobó la cámara de Diputados de la Nación y que afectará a todos los productos importados. Un tema que tratamos en el mes de mayo cuando creímos que el proyecto había sido “cajoneado”, pero nuestros legisladores esperaron a que pasaran las elecciones darle media sanción.
De aprobarse esta ley, todos los productos tecnológicos (como computadoras, DVD, televisores LCD, consolas de videojuegos, celulares, equipos de música, etc) sufrirán un incremento de alrededor del 34% (en algunos casos más) y se fomentará la instalación de fábricas (¿o debería decir armadores?) en la provincia de Tierra del Fuego.
Lejos de ser un fomento para la industria, este impuestazo terminará perjudicando a las clases bajas y medias de la Argentina, que deberán pagar aún más, por su primera PC o un simple celular Nokia de los baratos. En un país en donde la mayoría de las casas no tienen computadoras ni acceso a Internet, se está gestando una generación de chicos que estarán aún más lejos de los grandes países del mundo. Una computadora no puede ser considerado un bien suntuario y ojalá que todos pudieran tener acceso a una en sus casas.
¿El gobierno cree realmente que se instalarán empresas en el país con esta medida? Ese es uno de los puntos que se quiere fomentar según la ley y que dudo que se cumpla. Los fabricantes chinos son cientos de veces más grandes que la industria local, amén de que los sueldos son ínfimos y en el país asiático nadie puede quejarse con sus jefes, ni podrán realizar protestas (ya todos sabemos lo brutal del régimen y cómo terminan los opositores al mismo).
¿Quiénes serán los favorecidos con la ley? Los que venden “en negro” o importen desde ciudades como Ciudad del Este, serán los nuevos reyes del comercio, fomentando a un sector que la AFIP no controla y que implica, menor recaudación para el Estado Nacional.
Por último, me comentan que Intel, ATI, NVidia, AMD, Nokia y Sony Ericsson (entre otras) están llegando al aeropuerto de Ezeiza para instalarse en el país. Lástima que sólo sea un sueño que visualizan los políticos que no saben de dónde más recaudar.
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