Seguramente habrás visto que cada año nuevo por la televisión te muestran que el Año Nuevo se celebra tradicionalmente sin grandes fiestas o fuegos artificiales en Japón.
La Navidad y el Año Nuevo en Japón son celebraciones que combinan tradiciones modernas y milenarias, adaptadas a la cultura japonesa de forma única. Aunque la Navidad no tiene raíces religiosas profundas en el país, su llegada ha dado lugar a costumbres particulares como cenas en familia con pollo frito y románticas veladas para parejas. Por otro lado, el Año Nuevo, o Shōgatsu, es una de las festividades más importantes del calendario japonés, marcada por rituales de purificación, reuniones familiares y simbolismos que miran hacia el futuro con esperanza.
Este artículo explora cómo los japoneses viven estas fechas, desde las reuniones de fin de año conocidas como Bonenkai y Shinnenkai, hasta la tradicional limpieza Osoji y las decoraciones que transforman los hogares en espacios llenos de buenos augurios.
Índice de contenidos
Hatsumode, la visita a un templo en el Año Nuevo
Uno de los templos más icónicos para celebrar el Año Nuevo en Japón es el Templo Sensoji, ubicado en Asakusa, Tokio. Este es uno de los templos budistas más antiguos y populares del país, y durante el Hatsumode—la primera visita al templo del año—miles de personas se acercan a realizar oraciones por salud, felicidad y prosperidad en el nuevo año.
Sin embargo, no es el único lugar destacado. Otro sitio muy visitado es el Santuario Meiji Jingu, también en Tokio, que atrae a millones de personas durante los primeros días del año debido a su conexión con la familia imperial y su ubicación tranquila, rodeada de un denso bosque. En todo Japón, templos y santuarios locales se llenan de fieles durante estas fechas, cada uno llevando a cabo rituales para empezar el año con buenos augurios.
En Japón, la visita a templos y santuarios durante el Año Nuevo, conocida como Hatsumode, es una tradición profundamente arraigada que simboliza un nuevo comienzo lleno de esperanza y buenos augurios. Las personas acuden para ofrecer oraciones y expresar gratitud por el año que termina, mientras piden salud, felicidad, éxito y protección para el año que comienza.
Durante estas visitas, se llevan a cabo rituales específicos como hacer sonar las campanas en templos budistas (un acto conocido como Joya no Kane) para eliminar los 108 deseos mundanos que, según el budismo, causan sufrimiento. En los santuarios sintoístas, es común tirar monedas en una caja de ofrendas, hacer dos reverencias, aplaudir dos veces y realizar una última reverencia como forma de oración.
Además, muchos aprovechan para adquirir amuletos de buena suerte, como los omamori, o para deshacerse de los del año anterior, devolviéndolos al santuario para ser quemados en ceremonias especiales. Este acto representa dejar atrás lo viejo y recibir lo nuevo con un espíritu renovado. La visita al templo en Año Nuevo combina aspectos religiosos, culturales y sociales, reforzando un sentido de comunidad y esperanza para los días que vienen.
Bonenkai y Shinnenkai, los festejos con familiares y amigos
Los Bonenkai y Shinnenkai son reuniones sociales muy populares en Japón que marcan la transición de un año a otro, aunque con propósitos y significados distintos. Ambas celebraciones reflejan la importancia que los japoneses otorgan a las relaciones sociales y a los momentos de renovación personal y colectiva.
Bonenkai (忘年会): despedir el año
Los Bonenkai, que literalmente significa «reunión para olvidar el año», son fiestas que se celebran en diciembre entre compañeros de trabajo, amigos o grupos sociales. El propósito principal es dejar atrás las preocupaciones y el estrés acumulado durante el año. Estas reuniones suelen ser informales y están marcadas por un ambiente de camaradería. Se realizan en restaurantes, izakayas (tabernas japonesas) o incluso en casas, y a menudo incluyen comida, bebida y momentos de diversión como karaokes.
El objetivo simbólico es «olvidar lo malo» y cerrar el año en un tono positivo, reforzando las relaciones interpersonales en un ambiente distendido.
Shinnenkai (新年会): dar la bienvenida al nuevo año
Por otro lado, los Shinnenkai, o «reuniones de Año Nuevo», se celebran a partir de enero para conmemorar el inicio de un nuevo ciclo. Estas reuniones suelen tener un carácter optimista, con un enfoque en establecer metas, compartir buenos deseos y fortalecer los lazos entre los participantes. Aunque tienen un formato similar al Bonenkai, las Shinnenkai se centran en la renovación y la bienvenida a nuevas oportunidades.
Ambos eventos son reflejo de la cultura laboral y social de Japón, donde las relaciones interpersonales y la conexión grupal tienen un valor significativo. A pesar de su carácter festivo, también cumplen un rol importante en la construcción de la cohesión y la motivación tanto a nivel personal como colectivo.
El osoji, la limpieza profunda para dejar atrás todo lo malo del año
El Osoji (大掃除) es una tradición japonesa de limpieza profunda que se realiza a finales de diciembre, justo antes del Año Nuevo. Literalmente significa «gran limpieza» y tiene tanto un propósito práctico como simbólico, ya que no solo busca limpiar los espacios físicos, sino también purificar la mente y el espíritu para recibir el nuevo año con energía renovada.
Significado y propósito
El Osoji se basa en la idea de eliminar la suciedad, tanto literal como figurada, acumulada durante el año. Esta práctica está influenciada por creencias sintoístas y budistas que valoran la purificación como un acto necesario para atraer la buena fortuna y deshacerse de las malas vibras del pasado.
Cómo se lleva a cabo un osoji
Durante el Osoji, las familias, las oficinas y los negocios realizan una limpieza exhaustiva que va mucho más allá de lo cotidiano. Esto incluye:
- Desempolvar rincones olvidados.
- Limpiar ventanas, paredes y techos.
- Organizar espacios de almacenamiento.
- Tirar o donar objetos que ya no son necesarios.
Es común que todos los miembros del hogar participen en esta tarea, reforzando la idea de unidad familiar.
Relación con el Año Nuevo
El Osoji no solo prepara físicamente el espacio para el Año Nuevo, sino que también crea un ambiente simbólicamente limpio para recibir a los dioses y espíritus protectores que, según la tradición japonesa, visitan los hogares durante el Shogatsu (Año Nuevo). Este acto refleja el deseo de comenzar un nuevo ciclo sin cargas ni obstáculos, listo para abrazar las oportunidades y la fortuna que trae el año entrante.
Esta tradición, además, refuerza valores culturales clave como el orden, el respeto y la renovación personal.
Los programas de TV más populares en Japón durante el fin de año
En Japón, la televisión durante el fin de año está repleta de programas especiales que se han convertido en una tradición para muchas familias. Algunos de los más populares incluyen concursos musicales, humor y resúmenes del año. Aquí están los principales:
Kōhaku Uta Gassen (紅白歌合戦)
Emitido por la cadena NHK, este programa es uno de los más icónicos de la televisión japonesa en Nochevieja. Traducido como «La batalla de canciones de rojo y blanco», enfrenta a dos equipos: el rojo (formado por cantantes femeninas) y el blanco (cantantes masculinos). Los artistas más destacados del año interpretan sus éxitos, y al final, el público y un panel de jueces deciden al equipo ganador. Es un evento familiar que mezcla música tradicional con pop moderno.
Gaki no Tsukai: No Laughing Series (ガキの使い 笑ってはいけない)
Este programa de comedia, emitido en NTV, se ha vuelto un clásico de fin de año. Es parte de la serie Downtown no Gaki no Tsukai ya Arahende!!, y en él, los comediantes participan en situaciones absurdas bajo una regla principal: no reírse. Si alguien se ríe, recibe un castigo, generalmente en forma de golpes cómicos. Su humor extravagante ha ganado seguidores tanto dentro como fuera de Japón.
Ōmisoka Specials (大晦日特番)
Muchos canales emiten programas especiales conocidos como Ōmisoka Tokuban, que son recopilaciones de los mejores momentos del año, entrevistas con celebridades y humor ligero. Estos programas suelen captar una gran audiencia porque ofrecen una combinación de nostalgia y entretenimiento.
Joya no Kane (除夜の鐘)
En la medianoche, la transmisión en muchos canales cambia a algo más espiritual: el toque de campanas en templos budistas para marcar el fin del año. Este ritual, llamado Joya no Kane, consiste en que las campanas se tocan 108 veces, representando los deseos mundanos que deben purificarse. Es un momento tranquilo que contrasta con los programas más ruidosos.
Especiales deportivos
Algunos japoneses también disfrutan de programas deportivos especiales, como combates de lucha libre profesional (Pro-Wrestling), boxeo o torneos de artes marciales. Estas emisiones suelen atraer a los fanáticos del deporte que buscan emociones intensas para despedir el año.
Nengajo, las postales del correo japonés por el Año Nuevo
Las Nengajo son postales tradicionales de Año Nuevo en Japón, diseñadas para transmitir buenos deseos y expresar gratitud hacia amigos, familiares y colegas al comenzar un nuevo ciclo. Aunque los mensajes pueden variar, el propósito principal de estas postales es reforzar los lazos personales y profesionales, manteniendo viva una costumbre que combina modernidad y tradición. Cada tarjeta lleva ilustraciones cuidadosamente seleccionadas, a menudo con motivos relacionados con el animal del zodiaco chino correspondiente al año entrante, así como símbolos de buena fortuna y prosperidad.
El sistema postal japonés desempeña un papel crucial en esta tradición, ofreciendo servicios especiales para garantizar que las Nengajo lleguen a sus destinatarios el 1 de enero, independientemente de cuándo fueron enviadas. Esto refleja la importancia cultural de comenzar el año nuevo con mensajes de aprecio y esperanza.
El envío de Nengajo sigue siendo una práctica muy popular en Japón. Muchas personas optan por diseñar sus propias tarjetas, mezclando arte tradicional con fotos familiares o mensajes personalizados, mientras que otras prefieren comprar postales prediseñadas.
Cena de Navidad con pollo frito de KFC (Kentucky Fried Chicken)
La Navidad en Japón es una celebración única, distinta a las tradiciones religiosas de Occidente, ya que no tiene raíces cristianas profundas en el país. En cambio, se vive como una festividad secular enfocada en la alegría, el romance y las reuniones con seres queridos. Las luces, decoraciones y mercados navideños adornan las ciudades, mientras las parejas suelen aprovechar el 24 de diciembre como una especie de «San Valentín de invierno», con cenas especiales y paseos románticos.
Un aspecto sorprendente de la Navidad japonesa es su estrecha relación con KFC, que se ha convertido en un símbolo peculiar de esta época. Todo comenzó en la década de 1970, cuando Kentucky Fried Chicken lanzó una exitosa campaña publicitaria llamada «Kurisumasu ni wa Kentakkii» (Kentucky para Navidad), posicionando su pollo frito como la comida ideal para celebrar la festividad. Desde entonces, reservar un bucket de pollo frito para la cena navideña se ha convertido en una tradición ampliamente popular, al punto de que muchas personas deben hacer pedidos con semanas de antelación para asegurarse de obtenerlo.
Esta costumbre, aunque inusual para quienes asocian la Navidad con cenas caseras tradicionales, ha sido completamente adoptada por los japoneses, que ven en KFC una forma práctica y festiva de compartir en familia o con amigos. Es un ejemplo claro de cómo las festividades extranjeras pueden adaptarse y transformarse en algo único dentro de la cultura japonesa, mezclando marketing, creatividad y el espíritu navideño.
Comer mochi en Año Nuevo en Japón
El mochi, un pastel de arroz glutinoso, es un alimento cargado de simbolismo en Japón, especialmente durante el Año Nuevo, cuando su consumo es una tradición muy arraigada. Su textura elástica y duradera representa la longevidad, mientras que su preparación, en la que el arroz se cocina y se machaca con fuerza hasta obtener una masa uniforme, simboliza la unión y el esfuerzo colectivo. Comer mochi en Año Nuevo es una forma de invocar buena suerte, salud y prosperidad para el año que comienza, conceptos profundamente entrelazados con la festividad del Shogatsu.
Además, el mochi es el protagonista de tradiciones específicas como el kagami mochi, una ofrenda decorativa que se coloca en los hogares para atraer buena fortuna. Al finalizar las festividades, se lleva a cabo el kagami biraki, un ritual donde se rompe el mochi para ser compartido y consumido por la familia, reforzando los lazos y marcando el inicio simbólico del nuevo ciclo. Este alimento, más que una simple comida, es una conexión con las creencias y la historia japonesa, siendo una forma deliciosa y significativa de empezar el año.
Otoshidama, el «aguinaldo» de Año Nuevo que reciben los niños en Japón
El otoshidama es una de las tradiciones más esperadas por los niños en Japón durante el Año Nuevo. Consiste en la entrega de sobres decorativos, llamados pochibukuro, que contienen dinero en efectivo y son obsequiados por los adultos, como padres, abuelos o familiares cercanos. Esta costumbre no solo es un gesto de generosidad, sino también una forma de transmitir buenos deseos y prosperidad a las generaciones más jóvenes al inicio del año. Los montos entregados varían según la relación y la edad del niño, con cantidades más simbólicas para los pequeños y sumas más significativas para los adolescentes.
La empresa Meikō Network Japan, que opera academias de tutorías personalizadas, llevó a cabo una encuesta para conocer cuánto dinero consideran los padres adecuado para regalar a sus hijos como otoshidama. Según los resultados, la mayoría de los padres con hijos en los últimos grados de la escuela primaria (cuarto a sexto) estimaron como apropiada una suma entre 3.000 y 3.999 yenes (38,8 %). Por su parte, aquellos con hijos en la secundaria optaron mayoritariamente por montos entre 5.000 y 5.999 yenes (44,4 %).
El otoshidama tiene raíces históricas en el concepto de ofrecer bienes como muestra de gratitud y prosperidad, aunque con el tiempo evolucionó hacia la entrega de dinero. Además de la emoción de recibirlo, para los niños, este regalo es una oportunidad de aprender a administrar sus recursos o darse algún gusto especial. Por otro lado, para los adultos, el otoshidama refuerza los lazos familiares y les permite compartir la alegría de Año Nuevo de una manera tangible y significativa, perpetuando una tradición que conecta generaciones en un momento de esperanza y renovación.
Shimenawa, la cuerda sagrada del shintoismo
El shimenawa es una cuerda sagrada de paja de arroz trenzada que juega un papel fundamental en las tradiciones japonesas de Año Nuevo. Se utiliza como decoración en puertas, entradas y espacios sagrados para marcar áreas purificadas y protegerlas de espíritus malignos. Según la tradición sintoísta, el shimenawa simboliza la separación entre el mundo terrenal y lo divino, convirtiéndose en una barrera espiritual que invita a los kami (dioses) a traer buena fortuna y bendiciones al hogar. A menudo, la cuerda se adorna con tiras de papel blanco llamadas shide, que refuerzan su carácter ritual y purificador.
En el contexto de Año Nuevo, el shimenawa no solo es una protección simbólica, sino también una forma de dar la bienvenida al nuevo ciclo con un espacio limpio y sagrado. Después de las festividades, estos adornos suelen ser retirados y llevados a santuarios locales para ser quemados en ceremonias de purificación, como parte de un ritual que simboliza el cierre de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. El shimenawa es, por tanto, una expresión tangible de los valores japoneses de respeto por lo sagrado y conexión con la naturaleza y los dioses.