En Japón, moverse significa subirse a un tren. Este país es un verdadero epicentro ferroviario, donde el tren no es solo un medio de transporte, sino una parte integral de la cultura y un reflejo de la elegancia y eficiencia que caracteriza la vida cotidiana japonesa. Acompáñanos en un viaje a través del sur de Japón, cruzando la isla de Kyushu, desde la metrópolis de Hakata hasta el extremo más meridional en Ibusuki, pasando por paisajes volcánicos y ciudades bañadas por aguas termales.
La cultura del tren en Japón
El tren en Japón es más que un simple viaje; es sumergirse en una tradición que combina puntualidad, limpieza y respeto. En la estación de Hakata, en Fukuoka, el ajetreo típico de una gran ciudad japonesa se organiza en un orden impresionante, donde la disciplina pública y la limpieza son virtudes altamente valoradas. Este viaje ferroviario es un testimonio de cómo, en Japón, incluso la cotidianidad se lleva a cabo con un toque de gracia.
Un itinerario fascinante
Desde Hakata, el viaje se adentra en la región volcánica alrededor del monte Aso, pasando por Kumamoto hasta Hituyoshi con sus templos, y termina en Kagoshima e Ibusuki, en la punta más al sur. Cada parada es una ventana a diferentes facetas de Japón: su rico patrimonio, sus tradiciones milenarias, como la fabricación de farolillos en Yame, y su profunda conexión con la naturaleza.
En el corazón de Kyushu
Kyushu, conocida por sus aguas termales y su impresionante paisaje volcánico, ofrece una experiencia inmersiva en la cultura japonesa. Aquí, los viajes en tren revelan la belleza del campo japonés y sus tradiciones vivas. En Yame, por ejemplo, se encuentra uno de los fabricantes de farolillos más antiguos de Japón, donde cada pieza se crea siguiendo técnicas tradicionales de más de 200 años.
Delicias culinarias y encuentros culturales
El viaje por Kyushu no solo es un deleite para la vista, sino también para el paladar. La cocina japonesa, conocida por su delicadeza y atención al detalle, es una parte esencial de la experiencia ferroviaria. Desde cajas de «bento» (ekiben) diseñados específicamente para ser disfrutados en el tren hasta la degustación de té verde en Yame, cada bocado es una oportunidad para explorar la rica gastronomía de la región.
Lujo ferroviario: el tren siete estrellas
Para aquellos en busca de lujo, el «Seven Stars» ofrece una experiencia ferroviaria sin igual. Inspirado en el glamour del Orient Express, este tren cuenta con interiores de época y servicios de lujo para apenas 30 pasajeros, reflejando la fusión de tradición y modernidad que caracteriza a Japón.
La magia de los baños termales
El viaje concluye en Ibusuki, conocido como el «Hawái de Japón», donde los visitantes pueden sumergirse en la tranquilidad de los baños de arena caliente, una experiencia única alimentada por las aguas termales subterráneas. Este momento de relajación subraya el equilibrio entre la naturaleza y el bienestar que define la cultura japonesa.
Nuestro recorrido por el sur de Japón, a través de sus trenes, no es solo un viaje de un lugar a otro; es una exploración de la esencia misma de Japón, donde cada estación, cada tren y cada paisaje cuentan una historia de tradición, belleza y coexistencia armoniosa con la naturaleza. Este viaje ferroviario es una invitación a experimentar Japón de una manera profundamente auténtica y memorable.
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