En este video aprenderás paso a paso a crear una encantadora calabaza de Halloween con la técnica del origami. No necesitas más que un solo folio cuadrado de papel naranja y mucha ganas de plegar. Sigue cada pliegue con atención y descubre lo sencillo que es dar vida a tu propia calabaza para decorar tu hogar, tu fiesta o asustar… ¡pero de la manera más artesanal y creativa!
Requisitos
Para hacer una calabaza de Halloween vas a necesitar una hoja de papel cuadrado (preferentemente naranja) y un rotulador negro.
Dificultad
La calabaza de Halloween es súpersimple y la pueden hacer niños en menos de 3 minutos.
Ya verás que, con unos simples pliegues, tu calabacita de origami cobra forma en cuestión de minutos. Es un proyecto ideal para hacer con niños, amigos o en una tarde de manualidades en solitario. Además, puedes colgar tu calabaza en la pared, colocarla sobre la mesa como centro de mesa o regalarla como detalle hecho a mano.
Halloween en Japón no es una festividad tradicional ni un día festivo oficial, pero sí se ha convertido en un fenómeno cultural muy popular desde finales del siglo XX. Importado principalmente a través de la influencia de la cultura pop estadounidense y del entretenimiento (sobre todo gracias a cadenas como Disney y Universal Studios), Halloween comenzó a celebrarse en parques temáticos y centros comerciales antes de expandirse a las calles de las grandes ciudades. A pesar de no contar con raíces históricas propias en el país, la ocasión ha sido acogida con entusiasmo, especialmente por los jóvenes aficionados al cosplay y a los disfraces elaborados.
La celebración en Japón gira en torno al uso creativo del atuendo y la estética más que a las típicas costumbres de “truco o trato”. Las mayores concentraciones de gente se dan en zonas como la explanada de la estación de Shibuya en Tokio, donde miles de personas ataviadas con disfraces se reúnen cada 31 de octubre para disfrutar de un ambiente festivo y casi carnavalesco. En barrios comerciales y centros de ocio es común encontrarse con pasacalles, concursos de disfraces y decoraciones temáticas; algunos establecimientos permiten a los niños recoger caramelos dentro de sus instalaciones, pero el “truco o trato” puerta a puerta sigue siendo algo marginal. Además, muchas empresas y bares organizan fiestas nocturnas, completas con música, decoración de calabazas y menús especiales inspirados en colores y sabores otoñales.
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