Soy de los que cree que la actualización del iPhone OS era necesaria, pero no incorpora nada novedoso. Cortar y Pegar, usar el bluetooth para otras cosas además de manos libres o MMS, son cosas que cualquier smartphone de los últimos años posee. Pero las grandes ventajas se ven a nivel software, pues el sistema operativo parece ser una caja de sorpresas a la hora de desarrollar nuevas aplicaciones.
De la presentación de ayer, la que más me llamó la atención fue el medidor de glucosa en sangre realizado por Johnson&Johnson. Una aplicación que les brindará muchísima información para los cientos de miles de diabéticos que hay en el mundo. Además de poder llevar un control diario, permite enviar alertas a los familiares en casos de emergencia. Simplemente genial. Aplicaciones como esta, abren el abanico a muchos desarrolladores que quieran enlazar dispositivos de diversa envergadura con el celular de Apple.
Imagino muchos usos en la domótica, con controles para la luz, microondas, televisores, lavarropas, etc. No tiene límites.