Kokuriko-zaka kara (コクリコ坂から) es el título original de la nueva película del estudio de Hayao Miyazaki, quien en esta ocasión estuvo a cargo del guión. La historia ambientada en 1964, antes de los Juegos Olímpicos de Tokio, en un país que se muestra pujante tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Umi Komatsuzaki es una chica de instituto que cuida a sus dos hermanos y, en ausencia de su madre, administra un albergue de estilo occidental cercano al mar. La chica compagina tranquilamente sus responsabilidades con su vida escolar junto a Shun Kazama, miembro del club de periodismo, y Shiro Mizunuma, presidente del consejo de estudiantes.
A medida que Umi y Shun se acercan, colaborando en la restauración del edificio y luchando por su preservación, descubren un pasado compartido que pone a prueba su relación y los lleva a enfrentar la compleja historia de sus familias. La película aborda temas como la importancia de la memoria, la conexión con el pasado y el esfuerzo por proteger la herencia cultural frente al impulso de cambio. Al mismo tiempo, destaca la vida cotidiana y los pequeños momentos de amistad y amor que surgen en el entorno escolar.
Siempre lo destaco, pero Studio Ghibli debe ser uno de los pocos que sigue utilizando técnicas de animación tradicional en sus filmes.