«Shogun Perro»: Tsunayoshi Tokugawa y los derechos de los animales

shogun perro

Tsunoyoshi Tokugawa vivió en el Siglo XVII, pero estableció normas de protección de los animales que eran adelantadas para la época. Por su compasión por los animales, se ganó el apodo del «Shogun perro»

Por Federico Aikawa

En la era Edo, Japón fue testigo del mandato de un shogun atípico cuyas políticas y personalidad aún resuenan en la sociedad contemporánea. Tsunayoshi Tokugawa, conocido afectuosamente como Oinusama (el shogun perro), se ha ganado un lugar en la historia no solo por su gobierno sino por su ferviente defensa de los derechos de los animales, especialmente los perros.

Aunque criticado por sus contemporáneos y malinterpretado por la historiografía temprana, el legado de Tsunayoshi experimenta hoy una reevaluación positiva, especialmente en el Japón moderno.

Tsunayoshi llegó al poder en una época donde la jerarquía social y el orden eran inquebrantables. Sin embargo, su profundo interés en el neoconfucianismo lo llevó a promulgar los Edictos de Compasión por los Seres Vivos, una serie de leyes destinadas a proteger a los animales y a los más vulnerables de la sociedad. Estas leyes, particularmente las que se referían a la protección de los perros, eran tan estrictas que incluso se consideraba un crimen capital dañar a uno de estos animales.

El mandato de Tsunayoshi no estuvo exento de controversias. Las críticas se centraban en su aparente favoritismo hacia los perros, lo que llevó a la sobrepoblación de estos animales en Edo (actual Tokio) y problemas sanitarios relacionados. Sin embargo, la perspectiva de Tsunayoshi sobre la compasión y el bienestar animal fue revolucionaria para su tiempo y plantea paralelismos con debates contemporáneos sobre los derechos de los animales y el tratamiento ético de estos.

 Ichigaya Kamegaoka Hachimangu

En el Tokio actual, el espíritu de Tsunayoshi Tokugawa perdura, manifestándose en la celebración de ceremonias Shichi-Go-San para mascotas en el santuario Ichigaya Kamegaoka Hachimangu. Estos eventos, donde se bendice a las mascotas y se les reconoce como miembros valiosos de las familias, reflejan un cambio cultural hacia la inclusión y el respeto por la vida no humana.

Además, servicios como omamori (amuletos) para mascotas y eventos hatsumode pet-friendly, subrayan cómo las tradiciones se adaptan para abrazar la compasión por todos los seres vivos, un principio fundamental en el gobierno de Tsunayoshi.

estatua de hachiko en tokio

Su legado se extiende más allá de las anécdotas históricas y se convierte en un testimonio de cómo la empatía y el cuidado hacia los más vulnerables pueden forjar una sociedad más inclusiva y compasiva.

Las principales medidas del «Shogun Perro«

  1. Protección integral de los ´perros: Prohibición de maltratar, dañar o matar perros bajo pena de muerte. Esto incluía maltrato verbal y físico.
  2. Refugios para perros: Construcción de perreras financiadas por el estado para albergar a miles de perros callejeros.
  3. Alimentación y cuidado obligatorio: Tanto samuráis como plebeyos estaban obligados a alimentar y dar cobijo a los perros callejeros.
  4. Prohibición de abandono: Se prohibió el abandono de seres vivos, empezando por bebés y ancianos.
  5. Sistema de asistencia social: Organización de un sistema de asistencia social para vagabundos y mendigos.
  6. Trato humano a prisioneros: Regulación del trato a los reclusos en las prisiones para hacerlo más humano.
  7. Protección de otros animales: Inclusión de otras especies animales bajo su protección, promoviendo el cuidado y el respeto hacia ellos.
  8. Regulaciones en la ganadería y agricultura: Prohibición de mutilar los tendones de las patas de los caballos. Limitación en la carga de trabajo impuesta a los animales. Obligación de cuidar de los animales enfermos en vez de abandonarlos.
  9. Regulación de la caza y pesca: Limitación en las prácticas de caza y pesca para evitar la extinción de especies.
  10. Consumo responsable: Prohibición de la venta de animales muertos por enfermedad para consumo humano.
  11. Entierro digno para animales: Mandato de enterrar los cadáveres de perros y otros animales, en lugar de dejarlos descomponerse al aire libre.
  12. Censo canino: Iniciativa de censar a la población canina del país para facilitar la devolución de perros extraviados a sus dueños y controlar las jaurías de perros asilvestrados.

Estas medidas, aunque controvertidas y vistas con escepticismo en su época, reflejan un intento temprano y significativo de implementar políticas de bienestar animal y asistencia social, mostrando un avance en la comprensión y la compasión hacia los seres vivos.

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