Cada año, los japoneses participan en la elección del «kanji del año», un símbolo que encapsula el sentimiento y las experiencias predominantes del país durante los últimos doce meses. Este 2024, el kanji elegido fue “Kin” (金), que significa «oro» o «dinero». Este carácter tiene una profunda resonancia cultural y social en Japón, y no es la primera vez que ocupa el lugar de honor.
Un kanji con historia
“Kin” ya había sido seleccionado en varias ocasiones previas, destacando momentos en los que la nación celebraba logros importantes o enfrentaba desafíos económicos. Su significado dual lo convierte en un reflejo versátil de los eventos del año. Este 2024, su elección estuvo influenciada por dos temas clave: el desempeño de Japón en los Juegos Olímpicos de París y las crecientes preocupaciones económicas.
El oro en el deporte
Los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron un momento de orgullo nacional. Japón destacó en varias disciplinas, acumulando un significativo número de medallas de oro. Este logro no solo simbolizó la excelencia deportiva del país, sino también unió a los japoneses en celebraciones que trascendieron las fronteras del deporte.
El peso del dinero
Por otro lado, “Kin” también refleja una realidad económica que marcó a los japoneses. En 2023, el kanji elegido había sido “Zei” (税), que significa «impuesto», reflejando las preocupaciones sobre el aumento de impuestos y el costo de vida. Este 2024, aunque el carácter cambió, la conexión con la economía persiste. El uso de “Kin” también apunta a las discusiones sobre la inflación, los cambios en la política fiscal y los retos financieros que enfrenta la población.
El simbolismo del kanji
La elección del kanji del año es un evento esperado y simbólico en Japón. Organizado por la Sociedad de Proficiencia en Kanji, el anuncio se realiza cada 12 de diciembre en el templo Kiyomizu de Kioto. Un monje calígrafo escribe el kanji elegido en un gran pergamino, marcando un momento de reflexión colectiva sobre el año que termina.
“Kin”, con su carga de significados, conecta las esperanzas y los desafíos de los japoneses. Ya sea en el brillo de las medallas olímpicas o en las complejidades de la economía, este kanji encapsula el espíritu de un año que combinó celebración y preocupación. Una vez más, el «kanji del año» demuestra cómo un símbolo puede capturar la esencia de un tiempo y un lugar.
Los kanji son fundamentales para el aprendizaje del japonés porque representan un puente entre el idioma y la rica historia cultural de Japón. Estos caracteres, originarios de China, permiten condensar significados complejos en un solo símbolo, facilitando una comunicación más precisa y eficiente. A medida que los estudiantes se familiarizan con los kanji, no solo adquieren vocabulario, sino que también profundizan en conceptos culturales y filosóficos que estos caracteres transmiten, como la conexión entre la naturaleza y la vida cotidiana. Dominar los kanji es clave para comprender textos escritos, desde libros hasta menús y señales, abriendo la puerta al mundo japonés en su totalidad.
Además, los kanji ayudan a diferenciar palabras que suenan igual pero tienen significados distintos, un desafío común en un idioma con muchas homónimas como el japonés. Esto los convierte en herramientas esenciales para la lectura y la escritura. Aunque memorizar los más de 2.000 kanji de uso cotidiano puede parecer abrumador, aprenderlos de manera gradual proporciona a los estudiantes una base sólida para avanzar en el idioma. Cada carácter es un pequeño tesoro de información que conecta al aprendiz con miles de años de evolución lingüística y cultural.
