No es un pájaro. Bueno, sí, uno de los más grandes y feroces de la naturaleza. Pero en este caso se trata de una águila bastante entrenada y que soporta que le coloquen una cámara Sony ActionCam en sus espaldas para retratar lo que pocos pueden ver: la capital francesa en un vuelo desde la Torre Eiffel hasta el Campo de Marte.
Se trata de una iniciativa más de Freedom, un grupo fundado por Jacques-Olivier Travers, un experto en águilas que lucha por su conservación de estos animales.
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