Wim Wenders, el renombrado cineasta alemán, nos sorprende con su última obra, «Perfect Days», una película que nace de la peculiar premisa de explorar la arquitectura de los aseos públicos en Tokio. Lo que inicialmente estaba destinado a ser una serie de cortos documentales, se transforma en una joya cinematográfica de 16 días repleta de música y humanidad.
Inspirado por la hospitalidad y civilidad de los ciudadanos japoneses que redescubrieron sus ciudades tras las restricciones, Wenders decide ir más allá de los baños públicos y sumergirse en una «historia mayor». El resultado es una película que abraza la sencillez de la vida diaria en Tokio y destaca por su enfoque realista y documental.
El corazón de «Perfect Days» late al ritmo de Koji Yakusho, quien da vida a Hirayama, un hombre tranquilo y educado encargado de mantener impecables los aseos públicos de Tokio. Yakusho, conocido por su trabajo en películas como «Babel» y «Shall we Dance?», entrega una actuación magistral que le valió el premio al Mejor Actor en Cannes.
El guion enigmático de Wenders da poco en explicaciones sobre la historia de Hirayama, pero su cotidianidad y las brillantes actuaciones logran que el público se conecte profundamente con el personaje. La música desempeña un papel protagónico, desde el icónico «Perfect Days» de Lou Reed hasta clásicos de Van Morrison y The Kinks, transportando a los espectadores a la nostalgia de los años 70 y 80.
La elección de los casetes como la forma de disfrutar la música en la película se convierte en un toque nostálgico que se suma a la autenticidad del personaje. Sorprendentemente, Wenders introduce los casetes en un momento en el que en Japón están viviendo un renacimiento, lo que resalta su capacidad para conectarse con la cultura actual.
«Perfect Days» no solo nos ofrece una visión única de la cotidianidad japonesa, sino que también nos sumerge en una experiencia sensorial donde la música y la historia se entrelazan de manera magistral. Wim Wenders ha logrado crear una obra maestra que captura la esencia de la vida a través de la lente peculiar de los aseos públicos de Tokio.
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