El Castillo de Okayama, conocido como el «Cuervo Negro» o «U-jo» en japonés, se alza majestuosamente en la ciudad de Okayama, prefectura de Okayama, Japón. Este imponente edificio, con sus muros de tablones de madera negra, contrasta de manera llamativa con el cercano Castillo de Himeji, apodado la «Garza Blanca». El Okayama-jo, como también se le conoce, no solo es un testimonio de la arquitectura feudal japonesa, sino también un símbolo de la rica historia y cultura de la región.
Considerado uno de los castillos más bellos y mejor conservados de Japón, el Castillo de Okayama se ha convertido en un popular destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo3. Su silueta negra, que se recorta contra el cielo, y su historia tumultuosa lo convierten en un lugar fascinante para explorar y descubrir los secretos del pasado samurái de Japón.
Índice de contenidos
Historia del Castillo de Okayama
La construcción del Castillo de Okayama comenzó en 1573 bajo las órdenes de Ukita Naoie, el daimyo local. Sin embargo, la obra fue tan laboriosa que no se completó hasta 1597, casi veinticuatro años después, bajo la supervisión de Hideie, el hijo de Naoie. El castillo se erigió sobre la colina de Okayama, una de las tres elevaciones cercanas al río Asahi, y se convirtió en la sede del poder en la región durante el turbulento período de los Estados en Guerra.
La elección del color negro para el exterior del castillo no fue casual. Se dice que Ukita Naoie optó por este tono para burlarse del inmaculado blanco del Castillo de Himeji. Sin embargo, el Castillo de Okayama no solo era conocido como el «Cuervo Negro«. Durante la época de Hideie, se descubrieron tejas doradas que adornaban los techos de los edificios principales, lo que le valió también el apodo de «Kin-ujo» o «Castillo del Cuervo Dorado».
La historia del castillo está marcada por cambios de poder y reconstrucciones. Tras la derrota del clan Toyotomi en la batalla de Sekigahara, el castillo pasó a manos de Kobayakawa Hideaki y, posteriormente, al clan Ikeda. A finales del siglo XIX, el gobierno abandonó el castillo, y durante la Segunda Guerra Mundial, fue bombardeado y completamente destruido. No obstante, en 1966, se llevó a cabo una reconstrucción completa, devolviendo al Castillo de Okayama su antiguo esplendor.
Una característica única del castillo es su forma pentagonal irregular, tanto en la base de piedra como en el primer piso de la torre principal. Esta peculiaridad se atribuye a la topografía de la colina sobre la que se construyó. Además, el castillo contaba con un almacén de sal adosado al lado oeste de la torre principal, que también servía como entrada.
Cuánto vale la entrada al castillo

Para aquellos interesados en visitar este emblemático monumento, el costo de la entrada al Castillo de Okayama es bastante accesible. Los adultos pueden acceder por 320 yenes, mientras que los niños pagan 120 yenes. Para los visitantes que deseen explorar tanto el castillo como el cercano jardín Korakuen, existe una entrada combinada que cuesta 560 yenes, ofreciendo un ahorro considerable.
Es importante tener en cuenta que estos precios pueden estar sujetos a cambios, por lo que se recomienda verificar la información más actualizada al momento de planificar la visita. Además, existen tarifas especiales para grupos de más de 30 personas, lo que puede resultar conveniente para excursiones organizadas o viajes escolares.
Cómo llegar a Okayama desde Tokio
Viajar desde Tokio a Okayama es relativamente sencillo gracias a la eficiente red de transporte de Japón. La opción más rápida y cómoda es tomar el tren bala Shinkansen desde la estación de Tokio hasta la estación de Okayama. Este viaje dura aproximadamente 3 horas y 13 minutos, y el costo oscila entre 15,000 y 21,000 yenes. Este trayecto está cubierto para aquellos que cuentan con el JR Pass.
Para aquellos que prefieren viajar de noche o buscan una opción más económica, existe un servicio de autobús nocturno que parte de la estación de Tokio y llega a Okayama después de un viaje de 9 horas y 20 minutos. Los precios de este servicio varían entre 2,300 y 17,000 yenes, dependiendo de la clase y la temporada.
Los viajeros que deseen volar pueden hacerlo desde el Aeropuerto Internacional de Haneda hasta el Aeropuerto de Okayama. El vuelo dura aproximadamente una hora, pero considerando el tiempo de traslado al aeropuerto y los procedimientos de seguridad, el viaje total puede tomar alrededor de 4 horas y 13 minutos. Los precios de los vuelos oscilan entre 18,050 y 40,431 yenes.
Qué ver en Okayama
Además del imponente Castillo de Okayama, la ciudad ofrece numerosas atracciones para los visitantes. El Jardín Korakuen, situado frente al castillo, es considerado uno de los tres jardines más hermosos de Japón, junto con los de Kanazawa y Mito. Este jardín paisajístico, con sus estanques, colinas y áreas de té, ofrece un contraste sereno con la majestuosidad del castillo.
Dentro del Castillo de Okayama, los visitantes pueden explorar exposiciones de armaduras samurái y artículos de diferentes épocas. Aunque el interior ha sido modernizado, incluyendo la instalación de un ascensor, las vistas de la ciudad y del jardín Korakuen desde los pisos superiores son espectaculares.
La ciudad de Okayama también es conocida por su deliciosa fruta, especialmente los melocotones. Los visitantes pueden disfrutar de estos y otros productos locales en los numerosos restaurantes y mercados de la ciudad. Además, el área circundante ofrece interesantes sitios históricos y naturales que vale la pena explorar.
Qué ciudades quedan cerca de Okayama
Okayama se encuentra estratégicamente ubicada en la región de Chugoku, lo que la convierte en un excelente punto de partida para explorar otras ciudades históricas y pintorescos pueblos de la zona. Una de las ciudades más cercanas y populares es Kurashiki, famosa por su bien preservado distrito histórico Bikan, con sus canales bordeados de sauces y almacenes tradicionales convertidos en museos y tiendas.
Hiroshima, conocida mundialmente por su historia y su mensaje de paz, se encuentra a solo una hora en tren desde Okayama. Los visitantes pueden explorar el Parque Memorial de la Paz y el Museo de la Paz, así como disfrutar de la moderna ciudad que ha surgido de las cenizas.
Hacia el este, la ciudad de Himeji alberga el famoso Castillo de Himeji, también conocido como el «Castillo de la Garza Blanca», que forma un interesante contraste con el «Cuervo Negro» de Okayama. Este castillo es considerado el mejor ejemplo preservado de la arquitectura de castillos japoneses.
Para los amantes de la naturaleza, la cercana isla de Shikoku ofrece paisajes montañosos impresionantes y la oportunidad de experimentar el famoso peregrinaje de los 88 templos. La ciudad de Takamatsu, en Shikoku, es fácilmente accesible desde Okayama y es conocida por su hermoso jardín Ritsurin.
Como podemos ver, el Castillo de Okayama no solo es un tesoro arquitectónico e histórico por derecho propio, sino que también sirve como puerta de entrada a una región rica en cultura, historia y belleza natural. Ya sea que los visitantes vengan por un día o planeen una estancia más larga, Okayama y sus alrededores ofrecen una experiencia inolvidable del Japón tradicional y moderno.
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