Fundado en 1681 por el shogún Tokugawa Tsunayoshi en honor a su madre, este templo ha resistido el paso del tiempo, incluyendo los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, que dejaron intacta su espectacular pagoda de tres plantas custodiada por las seis estatuas de Jizo.
Sin embargo, lo que realmente atrae a los visitantes a Gotokuji es su conexión con el famoso Maneki-neko o gato de la fortuna. Según cuenta la leyenda, ocurrió un milagro en este templo que dio origen a este amuleto felino. En el siglo XVII, el templo atravesaba dificultades económicas y un anciano monje budista compartía sus escasos alimentos con una gata. Un día, un señor feudal llamado Li Naokata se refugió bajo un árbol cercano al templo durante una tormenta, cuando vio a la gata de Gotokuji haciendo señas con su pata derecha levantada. Intrigado, Naokata se acercó a ella, pero poco después un rayo cayó sobre el árbol que había estado cubriéndolo. El samurái entendió que la gata le había salvado la vida y, como muestra de gratitud, donó grandes sumas de dinero, tierras y campos de cultivo al templo para su reparación. De esta manera, Gotokuji adquirió riqueza y prosperidad.
Cuando la gata falleció, se llevó a cabo un funeral en su honor y fue enterrada en el cementerio de gatos de Gotokuji. Así nació el famoso Maneki-neko, el gato que agita su pata derecha, que se considera un verdadero talismán en Japón y goza de gran popularidad en países vecinos como China y Corea.
Si has estado en Japón, seguramente has visto estatuillas del Maneki-neko en todas partes. Estos gatos de la fortuna, con su pata derecha levantada, se han convertido en uno de los amuletos de la suerte más representativos de la cultura japonesa. Y ahora, en el templo Gotokuji, puedes descubrir su origen y sumergirte en la historia de este encantador talismán felino.
Qué significan los maneki-neko de cada color
Los manekineko no solo varían en postura y tamaño, sino también en color, y cada uno tiene su propio simbolismo. Aquí están los significados asociados a los colores más comunes:
- Blanco: representa pureza, felicidad y buenas relaciones. Es uno de los colores más tradicionales y simboliza la paz y la armonía en la vida del propietario.
- Dorado: es símbolo de riqueza y prosperidad. Estos manekineko suelen estar en negocios o en hogares que buscan atraer éxito financiero y abundancia.
- Negro: se utiliza como amuleto protector, especialmente para alejar malas energías y espíritus. Estos manekineko son populares entre quienes desean seguridad y protección.
- Rojo: se asocia con la salud y la seguridad en el hogar. Tradicionalmente, el color rojo tiene connotaciones de defensa contra enfermedades y peligros.
- Verde: representa el éxito académico y la buena fortuna en los estudios. Es común que estudiantes o familias coloquen este manekineko en el hogar o en lugares de estudio.
Cada color ofrece una faceta distinta de la buena fortuna, y muchos japoneses eligen el manekineko según el área de la vida donde desean atraer suerte o mejorar sus circunstancias.
Cómo llegar al templo de Gotokuji
Ubicado en Setagaya, Tokio, el templo Gotokuji se ha ganado la fama de ser el «templo de los manekineko», esos gatos de la suerte que levantan una de sus patas como símbolo de prosperidad y fortuna. Con sus estanterías repletas de figuritas de gatos, este lugar atrae tanto a turistas como a locales que buscan un poco de buena fortuna.
Para quienes quieran visitar este curioso templo, la mejor manera de llegar es utilizando el sistema de trenes de Tokio. Desde la estación de Shinjuku, es posible tomar la línea Odakyu en dirección a la estación Gotokuji, ubicada a unos 15 minutos. Desde allí, un paseo de apenas 10 minutos a pie permite llegar a las puertas del templo. Alternativamente, se puede tomar la línea Setagaya del tren Toei hasta la estación Miyanosaka, que se encuentra a una distancia similar del templo.
Al llegar a Gotokuji, los visitantes se sumergen en un ambiente único, con centenares de manekineko de diferentes tamaños apilados en los altares. Cada uno de estos gatos ha sido dejado por personas que buscan suerte o agradecer favores recibidos, y se dice que el templo es el lugar de origen de esta tradición japonesa.
Gotokuji no solo es un destino para los devotos del manekineko, sino también para quienes buscan una experiencia distinta en Tokio, combinando historia, cultura y un toque de misticismo felino en cada rincón.
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