La historia de Sadako Sasaki y las mil grullas de papel es una de las narrativas más conmovedoras que emergen de la tragedia de Hiroshima. Este relato, que combina la devastación de la guerra con la esperanza y la lucha por la paz, ha trascendido fronteras y generaciones, convirtiéndose en un símbolo universal de resistencia y pacifismo. Sadako, una niña japonesa que vivió los efectos de la bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945, encontró en las grullas de origami una forma de expresar su deseo más profundo: sobrevivir y vivir en un mundo sin guerras. Su historia no solo refleja el impacto humano de los conflictos bélicos, sino también el poder transformador de los gestos simples pero significativos.
La leyenda japonesa del senbazuru, que promete que quien logre plegar mil grullas verá cumplido su mayor deseo, fue el motor que impulsó a Sadako durante sus últimos días. Aunque su vida fue truncada por la leucemia causada por la radiación nuclear, su legado persiste como un llamado a la paz mundial. A continuación, exploramos los aspectos más destacados de esta historia bajo cinco perspectivas clave.
Las grullas en HiroshimaSadako Sasaki: una infancia marcada por la tragedia

Sadako Sasaki nació en Hiroshima en 1943 y tenía solo dos años cuando Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre su ciudad. Aunque sobrevivió al impacto inicial, estuvo expuesta a la lluvia negra, una mezcla tóxica de residuos radiactivos que contaminó el aire y el agua tras la explosión. Durante años pareció estar sana, pero en 1954 comenzó a mostrar síntomas graves. A los doce años fue diagnosticada con leucemia, conocida como «la enfermedad de la bomba atómica».
La enfermedad marcó un giro devastador en su vida. Sadako era una niña activa y soñadora que aspiraba a ser corredora profesional. Sin embargo, su diagnóstico cambió sus días por largas estancias en el hospital. Fue allí donde conoció la leyenda del senbazuru, gracias a su amiga Chizuko Hamamoto. Esta tradición japonesa le ofreció una esperanza: si lograba plegar mil grullas de papel, los dioses podrían concederle su deseo de curarse.
El simbolismo detrás de las mil grullas

Las grullas tienen un significado especial en Japón; son símbolos de longevidad y buena fortuna. Según la leyenda del senbazuru, plegar mil grullas no solo es un acto de perseverancia, sino también una forma de canalizar deseos profundos. Para Sadako, cada grulla representaba su lucha contra la enfermedad y su anhelo por vivir.
A pesar del dolor físico y emocional que enfrentaba, Sadako se dedicó con fervor a plegar las grullas. Utilizaba cualquier material disponible: envoltorios de medicamentos, papel traído por amigos e incluso hojas recicladas. Aunque existen versiones contradictorias sobre cuántas logró completar antes de fallecer —algunas dicen 644 mientras otras afirman que llegó a 1.400— lo cierto es que sus compañeros completaron las faltantes para cumplir con el simbolismo.
Las grullas no solo representan los deseos individuales; también se han convertido en un llamado colectivo contra los conflictos armados. Cada origami plegado recuerda las vidas perdidas en Hiroshima y Nagasaki y sirve como protesta contra las armas nucleares. En este sentido, Sadako no solo es recordada como una víctima inocente, sino como un símbolo activo del movimiento pacifista.
El Parque Memorial de Hiroshima alberga otros elementos significativos como el Cenotafio dedicado a las víctimas nucleares y la Llama de la Paz, que permanecerá encendida hasta que desaparezcan los arsenales atómicos del mundo. Estas iniciativas reflejan cómo un acto tan simple como doblar papel puede convertirse en un poderoso mensaje político.
- Hersey, John
- Falcó Garcia, Imma
Paso a paso, cómo hacer una grulla de origami

- Comienza con un cuadrado de papel de origami. Si no tienes papel de origami, puedes utilizar cualquier tipo de papel cuadrado.
- Dobla el papel por la mitad en forma diagonal, formando un triángulo.
- Desdobla el papel y dobla la esquina superior derecha hacia la esquina inferior izquierda, creando un triángulo más pequeño.
- Vuelve a doblar la esquina superior derecha hacia la esquina inferior izquierda, formando un triángulo aún más pequeño.
- Desdobla nuevamente y gira el papel para que el triángulo esté orientado hacia abajo.
- Toma el extremo derecho del triángulo y dóblalo hacia arriba, alineándolo con la punta superior.
- Repite el paso anterior con el extremo izquierdo del triángulo, doblando hacia arriba y alineando con la punta superior.
- Ahora tendrás una forma similar a un rombo con dos solapas en la parte inferior.
- Toma la solapa derecha y dóblala hacia el centro, alineándola con la línea vertical central.
- Repite el paso anterior con la solapa izquierda, doblando hacia el centro y alineando con la línea vertical central.
- Gira el papel hacia el otro lado.
- Dobla la solapa derecha hacia atrás, siguiendo la línea diagonal central.
- Repite el paso anterior con la solapa izquierda, doblando hacia atrás y siguiendo la línea diagonal central.
- Desdobla parcialmente las solapas laterales, creando una forma similar a un triángulo.
- Toma la punta inferior del triángulo y dóblala hacia arriba, metiéndola dentro de la estructura.
- Repite el paso anterior con la otra punta inferior del triángulo, doblando hacia arriba y metiendo dentro de la estructura.
- Finalmente, estira y ajusta los pliegues para formar el cuerpo y las alas de la grulla. ¡Tu grulla de origami está completa!