Un simple destello de luz ha develado la presencia de líquido en el hemisferio norte de Titán, la luna más grande de Saturno.
La sonda Cassini, que actualmente se encuentra en órbita alrededor del gigante gaseoso y que nos regala periòdicamente imágenes asombrosas del planeta y su sistema de lunas, había estado esperando por una señal como esta desde que llegó a su destino allá por el año 2004.
En la parte superior de la imagen se puede apreciar un destello provocado por el reflejo de la luz solar en uno de los lagos de la luna. El mismo efecto que podemos observar en nuestros mucho más cercanos lagos terrestres durante un paseo por el parque en una tarde soleada, sólo que observado desde una posición privilegiada. Dicho efecto es conocido como «reflexión especular«, ya que una superficie líquida hace las veces de espejo, reflejando los rayos de luz solar en dirección hacia nuestra línea de visión.
El reflejo fue captado en julio de 2009 por el espectrómetro infrarrojo de la sonda y evidencia la presencia de líquido en el hemisferio norte de la luna, hemisferio en el cual estos «espejos líquidos» son mucho más numerosos y de mayor extensión que en el sur.
Ya en 2008 se había confirmado la presencia de líquido en el hemisferio sur de esta luna, siendo Ontario Lacus el lago de mayor extensión.
Dado que el hemisferio norte se encontraba a oscuras hasta ahora, la sonda no había podido estudiar en detalle la presencia de líquido en esta región de la luna. Pero a partir de agosto de 2009, momento en el cual Saturno alcanzó su equinoccio de primavera, la luz solar comenzó a iluminar lentamente la región norte de la luna, con lo cual se hizo posible este descubrimiento.
La observación de estos destellos, que posibilitan el descubrimiento de líquidos sobre la superficie de Titán, también se ve dificultada por la brumosa atmósfera de esta luna, que dispersa y absorbe determinadas longitudes de onda incluidas las correspondientes a la mayor parte del espectro de luz visible.
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