En marzo de 2024, Japón registró un número récord de visitantes extranjeros, superando por primera vez los tres millones en un solo mes, según datos del gobierno revelados el miércoles. La cifra exacta ascendió a 3.08 millones, un aumento del 69.5% respecto al mismo mes del año anterior y un 11.6% más que en marzo de 2019, antes de que la pandemia afectara gravemente al turismo mundial.
Este notable incremento en el número de visitantes se atribuye en gran parte al atractivo de la temporada de floración de los cerezos y a las vacaciones de Semana Santa. Además, la devaluación del yen, que se encuentra en mínimos de varias décadas frente al dólar, ha convertido a Japón en un destino económico para los viajeros internacionales.
El gasto de los turistas extranjeros también alcanzó niveles récord, con un total de 1.75 billones de yenes (aproximadamente 11.3 mil millones de dólares) gastados entre enero y marzo, el más alto registrado para un trimestre, según la Agencia de Turismo de Japón.
Sin embargo, este auge turístico no ha sido bien recibido universalmente. En Kyoto, por ejemplo, se han reportado quejas de residentes locales molestos por los turistas que interrumpen la vida cotidiana de las geishas del distrito de Gion, conocidas por su arte en casas de té, donde realizan danzas y músicas tradicionales japonesas.
Además, este verano se implementará una tarifa de 13 dólares para los excursionistas que usen la ruta más popular para escalar el monte Fuji, con un límite de números para aliviar la congestión y mejorar la seguridad. El alcalde de la metrópoli occidental de Osaka también ha mencionado la posibilidad de imponer un nuevo cargo a los turistas extranjeros, aparte del impuesto existente sobre las estancias hoteleras.
El gobierno japonés, dirigido por el primer ministro Fumio Kishida, ha estado trabajando arduamente para promover el país como un destino turístico atractivo, a pesar de los desafíos que esto conlleva, incluyendo efectos negativos como la basura y la congestión en áreas populares.
Este aumento en el turismo y en los ingresos que genera es vital para la economía japonesa, aunque la situación empresarial del país enfrenta otros desafíos. El índice Reuters Tankan mostró un deterioro en la confianza empresarial en abril, con fabricantes y empresas de servicios reportando una caída en la confianza, citando la incertidumbre sobre la economía de China y la débil demanda interna.
En medio de estos altibajos, Japón se encuentra en una encrucijada, beneficiándose económicamente del aumento del turismo, pero enfrentando al mismo tiempo los desafíos que este crecimiento impone sobre las comunidades locales y la infraestructura.
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