Un buen ejemplo de lo que puede representar en las personas un nuevo ramal de trenes, en este caso de un tren bala -Shinkansen-, es este emotivo video realizado por JR, la compañía ferroviaria japonesa.
El comercial fue realizado para la inauguración de un nuevo tramo de 130 kilómetros en la isla de Kyushu, al sur de Japón, que estaba prevista para el 12 de marzo. Si bien se emitió un par de veces, el terremoto y tsunami del 11 provocó que se levantara por respeto a las víctimas y el mal momento para algo tan festivo.
Sin embargo, la misma gente pidió que volvieran a colocarlo al aire, ya que es una muestra de lo que es capaz de hacer el pueblo japonés cuando trabaja unida. Se estima que más de diez mil personas recibieron al tren durante sus tres horas de recorrido, que en el video quedó reducido a poco más de tres minutos.
No dejo de pensar en todas esas personas que, por el sólo hecho que pase el tren, celebra de sentirse integrado, comunicado al resto. Más cuando refleja al Japón más distante de los grandes centros urbanos y que para occidente no sigue siendo bastante desconocido -no, no toda Japón es Tokio-.
Hace unos años realicé dos viajes en el tren de TBA de Rosario a Retiro, y si bien el servicio es paupérrimo, lento y sin frecuencias, mucha gente de los pueblos salían a la calle sólo para ver pasar el tren. Sigue siendo «el» evento del día para ellos. En la otra parte del mundo, también.