«¿Qué trae?. Un par de rocas lunares», pudo haber sido un insólito diálogo que debieron pasar los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins tras acuatizar con la cápsula del Apolo 11 en el Océano Pacífico. La declaración de aduana de la primera misión espacial que llegó a la Luna, es producto de un pequeño chiste interno de la NASA, pero es real y existió.
Los hechos dicen que que el lugar del acuatizaje estuvo a más de 1200 km de las costas de Hawaii y les llevó casi dos días llegar a tierra firme, debido a que ni bien salieron al aire libre, fueron puestos en cuarentena, ya que no se sabía si se podrían haber «pescado» algo en su caminata espacial por la Luna.
Según la NASA, al día de hoy se siguen llenando estos papeles, ya que no importa que sean astronautas; se debe declarar el ingreso a un país, más si tenemos en cuenta que con la Estación Espacial Internacional, tenemos rusos, japoneses, norteamericanos y europeos que tocan suelo firme en los Estados Unidos (cuando volaban los transbordadores) o en Kazajistán.
«Si bien tienen pasaporte diplomático, deben pasar por la aduana como cualquiera de nosotros», concluyó un vocero de la agencia norteamericana.
Enlace: Back from the Moon, Apollo Astronauts Had to Go Through Customs
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